sábado, 15 de agosto de 2009

Insumos de la charla: por qué pagar iva por alimentos?


CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA EN COLOMBIA
SE MANTIENE EN LOS NIVELES DE 1938

Un estudio del Banco Mundial revela que si no fuera por la violencia, la expectativa de vida en promedio de los colombianos sería 2,2 años más alta.

Si América Latina no reduce sus niveles de pobreza y desigualdad, cada vez estará más lejos de la China, pero los países más ricos de la región, que a la vez son los más desiguales, -Argentina, Brasil, Colombia y México- son los que tienen que hacer más esfuerzos por redistribuir su riqueza y no quedarse atrás del gigante asiático.

Esta es la conclusión de un informe que presentó ayer el Banco Mundial (BM), titulado 'Poverty Reduction and Growth: Virtuous and Vicious Circles' (Reducción de la pobreza y crecimiento: círculos virtuosos y círculos viciosos), en el que asegura que en el caso particular de Colombia los niveles de desigualdad de los noventa eran similares a los de 1938 y si se tiene en cuenta el más reciente estudio de Planeación Nacional sobre este tema se puede comprobar que al 2005 tampoco se presentaba mejoría en este campo.

En otras palabras, en el país cada vez los ricos acumulan más y los pobres se quedan con menos.

Los investigadores del BM calculan que para que Colombia pueda recuperar cada uno de los puntos porcentuales que ha perdido en equidad, necesita crecer un 2,1 por ciento adicional a lo que está haciendo hoy. Este nivel es menor al requerido para Argentina (que necesita un 2,5 por ciento) y para Brasil (2,3 por ciento), pero supera el que necesita Perú (1,6 por ciento) y Ecuador (1,1 por ciento).

El estudio también analiza el impacto que ha tenido la longevidad sobre el crecimiento económico, pues si las personas viven más, pueden generar más riqueza. En Colombia, pese a que la expectativa de vida al nacer aumentó de 57 a 71 años entre 1960 y el 2000, debería ser aún mayor, pero está restringida por el conflicto interno. La violencia les está restando a los colombianos 2,2 años de vida promedio, lo que a su vez merma el crecimiento.

Impacto de la educación

La lucha contra la pobreza a través de la educación también es analizada en el estudio, dado que en la medida en que una persona se educa tiene más posibilidades de salir de dicha condición y se presenta movilidad social. Chile, Paraguay y Uruguay han tenido los mejores resultados en este campo, mientras que Brasil, Guatemala y Nicaragua son los que van más lento.

Colombia está en un término medio. Acá la probabilidad de que el hijo de padres con solo educación primaria llegue a la universidad, es de únicamente 10,5 por ciento y de que termine el bachillerato es de solo 14 por ciento. "Estos resultados muestran un círculo vicioso en el que están atrapados los pobres con baja educación", sostiene el estudio.

Y al mismo tiempo que Colombia tiene este problema, también es uno de los países, junto con Argentina y México, en donde un tercio de los hijos de las familias más ricas obtienen grado universitario, un nivel similar al de Estados Unidos y Canadá.

El Banco evaluó además el crecimiento per cápita de los últimos 130 años entre los ocho países más grandes de la región y concluye que Venezuela y Colombia son las dos naciones en donde este indicador ha avanzado más rápido. Sin embargo, también son los dos países con el PIB per cápita más bajo.

Mientras en Uruguay el PIB per cápita entre 1870 y el 2000 fue de 1.645 dólares, en Colombia fue de 427.

Pese a que América Latina registró tres años consecutivos de fuerte crecimiento, principalmente bajo el impulso de las exportaciones de materias primas, el BM reitera que la región sigue siendo “una de las más desiguales del mundo”, al vivir casi la cuarta parte de la población con menos de dos dólares diarios.

Hasta hace poco el Banco sostenía que para mejorar esta situación primero había que crecer, pero con este nuevo estudio muestra un cambio en sus ‘recetas’ para los países en desarrollo.

Ahora sus investigadores, sostienen que aunque el crecimiento es clave para la reducción de la pobreza, es ésta la que impide alcanzar tasas de desarrollo altas y sostenidas en América Latina.

"Mientras China logró reducir la pobreza en 42 por ciento entre 1981 y el 2000, mediante un crecimiento anual per cápita de 8,5 por ciento, el PIB per cápita de América Latina disminuyó 0,7 por ciento durante los años 80 y aumentó en alrededor 1,5 por ciento al año en los 90, sin generar cambios significativos en los niveles de pobreza", lamentaron.

El estudio

Reducción de la pobreza y crecimiento: Círculos virtuosos y círculos viciosos. Estudio del Banco Mundial.

Autores, Guillermo Perry, Omar Arias, Humberto López, William Maloney y Luis Servén

Casos que tienen éxito

El estudio del Banco Mundial (BM) también propone soluciones para reducir la pobreza y en pro del crecimiento, entre las que destaca programas de transferencias condicionadas de dinero a las familias pobres, siempre y cuando mantengan a sus hijos la escuela y los lleven al médico. Algunos ejemplos son Bolsa Familia en Brasil, Oportunidades en México y Familias en Acción en Colombia.

Este programa, que fue creado en el 2001, ha tenido éxito en regiones de altos niveles de pobreza.

Provee un ingreso adicional a las familias extremadamente pobres, con hijos menores de 18 años. Funciona en 631 municipios, beneficiando a 340.000 familias y a un millón de niños.

En un principio los críticos pensaban que el dar dinero a las familias iba a incentivar una cultura de dependencia, de malgasto de los recursos e incluso un posible aumento de la tasa de natalidad, pero según el BM los resultados han sido contrarios.

En sus primeros dos años de aplicación, el impacto ha sido positivo en la salud de los beneficiados: el porcentaje de niños vacunados aumentó de 7 a 12 por ciento, al tiempo que la cantidad de menores enfermos se redujo en 11 por ciento.

La asistencia a la educación primaria aumentó en 3 por ciento, y la secundaria pasó de 4,6 a 10,1 por ciento.

‘Gasto social está concentrado’: Contralor

A la alerta del BM sobre los problemas de desigualdad en América Latina, se sumó ayer una denuncia del contralor, Antonio Hernández Gamarra, quien dijo que los recursos del gasto social, que justamente buscan solucionar este problema, se están quedando en pocas manos.

El funcionario, quien habló durante un seminario de transparencia fiscal, se refirió a algunos instrumentos de política agrícola, tales como el incentivo cambiario que recibieron bananeros y floricultores. A esta ayuda se destinaron 124.000 millones de pesos, pero el dinero se quedó en tan solo mil empresarios.

Así mismo, el Incentivo a la Capitalización Rural (ICR), que se financia con las utilidades de Finagro, destino en el 2004 17.500 millones de pesos para los cultivos de tardío rendimiento (palma, cacao, frutales), pero la mitad de ese dinero benefició a solo 11 empresas.


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